Enrique Agulló voltea el compost en las instalaciones de la Escuela Politécnica Superior de Orihuela de la UMH //E.A

Enrique Agulló voltea el compost en las instalaciones de la Escuela Politécnica Superior de Orihuela de la UMH

Enrique Agulló Ruiz es doctor Ingeniero Agrónomo y Máster en Gestión, Tratamiento y Valorización de Residuos Orgánicos por la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche. En la actualidad, trabaja como investigador en el Departamento de Agroquímica de la UMH para el desarrollo de productos de valor añadido a partir de residuos de naturaleza orgánica.

¿Con qué materiales investiga para el desarrollo de compost?

Sobre todo, empleamos lodos de depuradora y restos de vegetales de podas urbanas y de cultivos agrícolas. Una vez trituramos los restos vegetales, se mezclan con lodos de depuradora o se compostan solos.

¿Qué ofrece el proceso de compostaje?

En cuanto a los restos de poda, el compostaje permite reutilizar materiales que de otro modo terminarían en vertedero. Esto supone aportar un valor añadido a un residuo al transformarlo en un recurso. Además, se ofrece una alternativa a la aplicación directa de lodos en el suelo, necesaria para adaptarnos a la futura legislación europea.

¿Cuál es el valor añadido del compost para su aplicación en agricultura?

Se trata de un producto con múltiples beneficios. Por una parte, mejora las propiedades del suelo al aportarle una materia orgánica estabilizada y humificada. Además, actúa como un fertilizante natural al proporcionar nutrientes a las plantas cuando se mineraliza. Otro beneficio, en este caso para el medio ambiente, es que puede emplearse como sustituto a la turba, un material de uso generalizado que provoca daños ecológicos.

Afino de compost

Proceso mecánico de afino del compost

¿Cómo se lleva a cabo el proceso de compostaje?

En primer lugar, generamos una pila de compostaje en la que mezclamos los residuos con las proporciones adecuadas, una vez hecha la mezcla, empieza a subir la temperatura. Después, volteamos estas pilas de forma mecánica, para proporcionar el oxígeno necesario para que el proceso sea aerobio y para que la degradación del material sea homogénea. El tiempo que se requiere para que el proceso de compostaje se desarrolle de forma adecuada es de unos 4 meses, en los que se incluye una etapa de madurez. Es imprescindible realizar un control diario de temperatura y humedad, además de voltearlo cuando sea necesario. Una vez concluye el proceso, se afina mediante el uso de un tamiz.

¿Y las claves para obtener un buen compost?

Conocer las propiedades de los materiales de partida, realizar la mezcla correcta teniendo en cuenta que tenga una porosidad y una proporción de carbono nitrógeno adecuadas, mantener la aireación y humedad y dar tiempo a los microorganismos para que actúen.

¿Por qué no se apuesta más por el compostaje desde las administraciones?

Creo que cada vez existe mayor interés por poner en marcha este tipo de iniciativas. El hecho de que no  se utilice más puede ser una mezcla de desconocimiento y falta de recursos económicos. Para la gestión de restos orgánicos domésticos, la inversión es algo mayor. Pero, en el caso de los restos urbanos de poda, con una mínima inversión se podría obtener un recurso con múltiples beneficios y ofrecer una alternativa de gestión de los residuos.